Aprende a distinguir entre una conducta voluntaria, espontánea o controlada para acertar en tu análisis

La intencionalidad juega un papel determinante a la hora de descifrar con acierto la comunicación no verbal. Aprender a distinguir entre una conducta voluntaria, espontánea o controlada, resulta imprescindible para obtener una interpretación fiable de nuestra observación. Además, supone una ventaja considerable a la hora de gestionar tu respuesta ante el comportamiento de otra persona.

Para entendernos, no es lo mismo que alguien pose ante el objetivo de un fotógrafo con su mejor sonrisa social (conducta voluntaria), a que ría de manera desinhibida -sin reparar en que está siendo observado- (conducta espontánea), o que intente contener las carcajadas tapándose la boca con la mano (conducta controlada).

Sin embargo, la mayor parte de las veces la diferencia es mucho más sutil, como ocurre en la imagen que te propongo analizar. Sucedió durante los actos conmemorativos de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, y sus protagonistas son los Reyes de España y la Reina de Holanda.

Vuelve al inicio y observa de nuevo con detenimiento la fotografía que encabeza este artículo. Tómate tu tiempo para analizar el comportamiento de Letizia, Felipe y Máxima. En tu opinión, ¿quién tiene una conducta voluntaria, quién responde con una conducta espontánea, y quién expresa una conducta controlada?

Para obtener una respuesta mucho más fiable sería conveniente analizar la secuencia completa en vídeo, donde podríamos observar los movimientos de cada uno de ellos. Recuerda que las fotografías siempre limitan nuestro juicio como analistas del comportamiento no verbal.

Incluso así, en este caso no es difícil inferir con suficiente objetividad una secuencia plausible. Veamos si has acertado:

  • La conducta voluntaria la protagoniza el monarca español, Felipe VI. De hecho, es él quien genera la acción, al hablarle a la reina Máxima de Holanda. Por la inclinación corporal, y el acercamiento de la cabeza, podríamos deducir que está compartiendo alguna confidencia, remarcada con un gesto ilustrador con su mano izquierda.
  • La conducta espontánea corresponde en este caso a su interlocutora, la reina Máxima de Holanda, quien de manera natural y consecuente escucha interesada, inclinando y acercando la cabeza. Recuerda siempre que, en materia de comunicación no verbal, nos acercamos de manera inconsciente a lo que nos atrae o interesa, y nos alejamos de lo que nos disgusta o provoca rechazo.
  • La conducta controlada aparece de forma muy sutil en el comportamiento de la reina Letizia, quien mantiene una postura corporal erguida y rígida, pero no puede evitar seguir la acción con el giro de la cabeza y, especialmente, con los ojos. Las miradas de reojo suelen estar vinculadas al disimulo, y aparecen cuando queremos ocultar nuestro interés hacia un objeto, acción o persona.

Aunque a efectos prácticos y para entendernos la denominemos conducta controlada, en realidad se trata de un control fallido de conducta, como definen con precisión los psicólogos Palmero y Maestre (2004) cuando explican el proceso emocional.

De hecho, una conducta controlada con éxito e inhibida por completo no sería observable como tal, sino como una ausencia de conducta, que también nos puede dar información relevante sobre quien la protagoniza.

Recuerda, todo comunica, incluido el silencio y la ausencia.

Bibliografía
  • Lopez, R. et al. (2016) Comportamiento no verbal. Más allá de la comunicación y el lenguaje. Ediciones Pirámide.
  • Palmero, F. y Mestre, J.M. (2004) Emoción. Procesos psicológicos básicos. (pp. 215-247) Madrid: Mc Graw-Hill.
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Consultor de comunicación, experto en análisis y máster en Comportamiento No Verbal por la Universidad Camilo José Cela y la Fundación Universitaria Behavior & Law. Miembro de ACONVE y de la Asociación de la Prensa (FAPE-FIP). Fundador de analisisnoverbal.com.