La histórica visita a Hiroshima del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, nos dejó esta interesante imagen publicada por The New York Times. El gesto intercambiado con el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, podría pasar inadvertido en países latinos, donde el contacto en la interacción es frecuente. Sin embargo, llama mucho la atención en una cultura como la nipona, donde las distancias se guardan de forma reverencial.
La manera en la que ambos cancilleres entrecruzan sus brazos y se sujetan por la espalda es mucho más que un gesto de cortesía: entre ellos puede suponer casi medio abrazo. Y medio abrazo es mucho abrazo para un japonés o un norteamericano de origen anglosajón.
Más aún si consideramos el factor ambiental, pues la escena se produjo ante el monumento funerario por las víctimas de la bomba atómica, en medio de una ceremonia con un estricto protocolo prácticamente marcial.
El tacto y el espacio son dos importantes canales de comunicación, imprescindibles para expresar cercanía y afecto. La forma de acercarse y tocar a los demás está marcada por la personalidad de cada individuo y, sobre todo, por la cultura donde ha crecido. Está claro que ambos canales de comunicación pueden desempeñar un papel destacado en la política de estado y las relaciones internacionales, como ocurre en esta ocasión.
El gesto entre Kerry y Kishida no sustituye las palabras de disculpas y perdón no pronunciadas en esta histórica visita, pero su comunicación no verbal confirma una reconciliación que no es solo política sino también emocional.
*Foto de cabecera: Jonathan Ernst, para The New York Times.
Últimas entradas de César Toledo (ver todas)
- La comunicación no verbal del portavoz institucional - 15 octubre, 2023
- Una intensa temporada de comunicación política y comportamiento no verbal - 28 julio, 2023
- Alan Crawley y la comunicación no verbal - 3 noviembre, 2022
Cada vez quedo más fascinada de la interpretación de lenguaje no verbal, muchas gracias por construir y compartir este tipo de material, que abre la perspectiva del tema.
Gracias, Sandra. Eso intentamos, precisamente, ampliar perspectivas… Un cordial saludo.
Gracias. En efecto se ha escrito que Kerry no pidió perdón. En realidad estas peticiones de perdón, años y hasta siglos después de que un país o una sociedad entera haya cometido horrores, por personas que ni siquiera habían nacido en aquella época, tienen el valor que se les quiera dar. El gesto de Kerry y Kishida, sin palabras, está fuera del espacio-tiempo. Expresa VERDAD.
Gracias por la reflexión, Isabel. En lugar de «medio abrazo», te envío uno entero. 😉
Gracias por compartir . Sigo de cerca estos informes tan valiosos a la hora de acortar distancias en la comunicación con el otro. Mi materia pendiente.
Gracias a ti, Mirta. Un saludo,