El truco para reconocerla: ojos desorbitados y mandíbula caída

La sorpresa es la única emoción de valencia neutra entre las siete emociones básicas. También es la emoción que se produce y desaparece más rápido, en algunos casos dura menos de un segundo. Tan pronto nuestro cerebro entiende lo que está ocurriendo, la sorpresa se funde instantáneamente con otra emoción positiva o negativa, dependiendo del estímulo que la haya causado. De ahí que, en el análisis de la comunicación no verbal, muchas veces se confunda la sorpresa con otra emoción básica o secundaria, sobre todo con el miedo.

Las tres unidades de acción más características de la sorpresa son la elevación simétrica de las cejas hacia el exterior (AU2), la apertura desorbitada de los párpados (AU5) y la caída de la mandíbula (AU26), como puedes apreciar en la ilustración que Lara Romero ha realizado en exclusiva para nuestra web.

Recuerda que existen hasta cinco niveles de intensidad para medir la activación emocional en la cara, según catalogó Paul Ekman en sus sistemas de codificación (FACS/EMFACS):

A B C D E
Sutil Leve Pronunciado Severo Máximo

Como ya hemos comentado en otros artículos, en los dos primeros niveles A y B el movimiento no siempre se aprecia con facilidad, debido a que la emoción puede estar empezando a producirse, ser de baja intensidad o estar atenuada intencionadamente. De ahí la importancia de entrenar la capacidad de observación en el reconocimiento de las expresiones faciales.

A partir del tercer nivel, C, D y E, las arrugas y marcas se pronuncian mucho más, y facilitan la lectura del rostro.

EL TRUCO

El truco para reconocer correctamente la sorpresa está en los ojos y en la mandíbula. Los ojos parecen desorbitar, por efecto de la subida de los párpados superiores. Y lo que es más curioso, queda al descubierto la parte blanca de la esclerótica por encima del iris, que normalmente no vemos.

Importante: cuando la subida de los párpados no va acompañada de la subida de las cejas, la expresión de los ojos no es de sorpresa, sino de miedo. A veces se produce primero la sorpresa y luego llega el miedo. En ese caso, las cejas bajarán y los párpados quedarán arriba.

En cuanto a la mandíbula, el truco está en distinguir que la boca no se abre por efecto de los músculos masticadores, sino por la caída de la mandíbula. Prueba a hacerlo tú mismo ahora y notarás la diferencia, una cosa es abrir la boca y otra dejar caer la mandíbula.

EL TRUCO

El truco para reconocer correctamente la sorpresa está en los ojos y en la mandíbula. Los ojos parecen desorbitar, por efecto de la subida de los párpados superiores. Y lo que es más curioso, queda al descubierto la parte blanca de la esclerótica por encima del iris, que normalmente no vemos.

Importante: cuando la subida de los párpados no va acompañada de la subida de las cejas, la expresión de los ojos no es de sorpresa, sino de miedo. A veces se produce primero la sorpresa y luego llega el miedo. En ese caso, las cejas bajarán y los párpados quedarán arriba.

En cuanto a la mandíbula, el truco está en distinguir que la boca no se abre por efecto de los músculos masticadores, sino por la caída de la mandíbula. Prueba a hacerlo tú mismo ahora y notarás la diferencia, una cosa es abrir la boca y otra dejar caer la mandíbula.

LA UTILIDAD

La expresión facial de sorpresa resulta muy útil a la hora de responder a un estímulo inesperado, porque consigue concentrar todos nuestros recursos en ampliar el campo visual y en el procesamiento cognitivo de lo que sucede. Desde la perspectiva del observador, puede resultar también una expresión muy reveladora, porque evidencia que la persona sorprendida no conocía o esperaba ese estímulo.

Así que ya sabes, ¡a descubrir expresiones de sorpresa! Sobre todo, las más sutiles.

LA UTILIDAD

La expresión facial de sorpresa resulta muy útil a la hora de responder a un estímulo inesperado, porque consigue concentrar todos nuestros recursos en ampliar el campo visual y en el procesamiento cognitivo de lo que sucede. Desde la perspectiva del observador, puede resultar también una expresión muy reveladora, porque evidencia que la persona sorprendida no conocía o esperaba ese estímulo.

Así que ya sabes, ¡a descubrir expresiones de sorpresa! Sobre todo, las más sutiles.

Cómo reconocer las 7 emociones básicas en la comunicación no verbal

Lectura recomendada

Ekman, P. (2003). El rostro de las emociones. RBA Libros.

 

Cómo leer las expresiones faciales para mejorar sus relaciones

¿Qué hace que se disparen las emociones? ¿Es posible controlarlas? ¿Por qué unas veces somos más susceptibles que otras? ¿Por qué algunas personas saben enmascarar sus emociones y otras no pueden ocultarlas? Las emociones desempeñan un papel vital en nuestras relaciones con los demás y Paul Ekman nos invita a realizar un viaje fascinante a través de ellas: nos explica cuándo y por qué expresamos lo que sentimos, qué cambios se producen en el interior de nuestro cuerpo y qué señales emitimos a través del lenguaje de los gestos y de la voz.

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